Un hombre ataviado con túnica blanca, muceta en sus hombros y el tradicional solideo sobre su cabeza se pasea por el Cumbiódromo de la Vía 40. “¡Es el Papa Francisco!”, le gritan al inmaculado personaje que, a bordo de un motocarro que asemeja al Papamóvil, saluda a los ‘fieles’ espectadores, artistas y bailadores del Carnaval.
Mario Tarud, más conocido como el ‘Papa Quillero’, se ha ganado la admiración de su natal Barranquilla personificando, desde hace cuatro años, al máximo jerarca de la Iglesia Católica. El 16 de marzo de 2013, tres días después de que el mundo conociera a Jorge Mario Bergoglio como el sucesor de Benedicto XVI, a Tarud ya lo confundían con el primer Sumo Pontífice de origen latinoamericano.
“Una amiga escritora llamada Carolina Padilla me dijo: ‘¡Francisco, Francisco! Eres igualito al Papa’. Ese día se me ocurrió la idea de traer el personaje al Carnaval”, relata sobre aquella comparación que vino como caída del cielo. Fue la última versión de la fiesta que se gozó como Mario Tarud, bajo el reinado de su sobrina Daniela Cepeda Tarud, después de veinticinco años de participación ininterrumpida retratando la magia de los actores de este Patrimonio de la Humanidad.
Con la filosofía de Francisco.
El Papa Francisco es alegría en el mundo al revés del Carnaval. Un personaje que encuentra vida verdadera en el cuerpo de Mario Tarud, defensor de la esencia Caribe y promotor de la sana convivencia desde hace más de 15 años, con herramientas propias de su oficio como abogado, politólogo y conferencista motivacional.
Luce a imagen y semejanza del Papa Francisco gracias al dedicado trabajo de la modista barranquillera Ada Luz Altamar quien, además de vestir a garabatos y cumbiamberos, le confecciona la vestimenta papal desde su primera aparición en 2014.
“Más que un disfraz, es un homenaje a un personaje universal que todos queremos. Hay mucha gente que me pide la bendición pero, como no estamos investidos de catolicismo sino de civilidad, lo que hacemos es dar un mensaje de aliento, de ánimo y de energía positiva”.
Para asumir su rol, Tarud tiene un ritual muy especial. Se “desconecta” escuchando música caribeña y charanga para reencontrarse con los pensamientos y la energía que transmite Su Santidad.
Esta preparación previa le toma alrededor de una hora, mientras en su interior se refunde con vivencias cotidianas propias del pontífice argentino, con quien comparte, además del nombre, una vocación de servicio.
“El Carnaval es alegría, es amor y un espacio de convivencia, por eso la religiosidad y la fiesta van de la mano porque buscamos la armonía de los seres humanos”, asegura Tarud, escritor del libro ‘Los buenos días: convivencia humana hoy, aquí y ahora’, una compilación de reflexiones de vida que le sirven como referente para su personificación que, en 2016, le hizo acreedor del Congo de Oro como Mejor Disfraz Individual en la Batalla de Flores.
Ahora, mientras la ciudad sigue archivando máscaras, disfraces, polleras y cualquier indumentaria propia de la festividad currambera, el ‘Papa Quillero’ sigue desarrollando actividades sociales a vísperas de la visita de Francisco, la tercera que realiza un Papa a Colombia, después de Pablo VI en 1968 y Juan Pablo II en 1986.
“Esperemos que en Cartagena nos regale dos minutos para saludarlo. Queremos expresarle a Francisco que apoyamos y somos fieles seguidores de su filosofía caribeña y espontánea”.
Pese a que La Puerta de Oro no figura entre las ciudades sedes que acogerán al Sumo Pontífice en nuestro país, la cuota barranquillera estará presente con el hombre que desde ya todos quieren como al Papa Francisco, uno de los más nobles y carismáticos de todos los tiempos.
Por: Erwin Daniel Sarmiento
Twitter: @Erwin_Danniel